El talento desaprovechado del Chino Recoba

¿El talento o el trabajo? Esta claro que un compendio de ambos es el mejor resultado, pero tenemos ejemplos históricos de talentos puros que han sido muy desaprovechados.

El pensamiento inmediato ante esta primera reflexión es que Maradona, por ejemplo, no era el más trabajador del mundo, englobando con trabajador todas esas virtudes que se ensalzan de los jugadores "mediocres": entrena mucho, se cuida, solo piensa en el fútbol, se sacrifica por el equipo... Pero lo cierto es que jugadores con una clase fuera de lo normal han pasado más o menos desapercibidos por el gran público del fútbol cuando podían haber sido los mejores, como ejemplo antonomástico se me ocurre Matthew LeTissier, un jugador que nunca cambió su equipo de toda la vida, el Southampton, pese a poder haber ido a cualquier grande de Inglaterra en muchos momentos; esta actitud no respondía a un deseo de hacer grande a tu club o ser fiel a sus colores, sino que responde a una falta de ambición deportiva, a un aborrecimiento de las cosas que rodean al fútbol de élite, esta actitud, es la de disfrutar de lo que tienes y no exprimirlo, Matt era feliz haciendo diabluras en el Southampton y no le apetecía irse a Manchester a que el entorno le exigiera resultados, esa actitud frente a la vida, ¿Le privó de un mayor éxito en su profesión? Probablemente, pero, ¿Le hizo menos feliz?.

Para quien no conozca a Le Tissier: sus diez mejores goles, imposible elegir uno:

                                                                                   Un caso similar es el de Álvaro Recoba, probablemente el mayor talento uruguayo desde Schiaffino, que se diluyó entre goles de falta y lesiones. Este jugador empezó deslumbrando en el Danubio de Montevideo, en la foto, con dieciocho años y que tras pasar por Nacional (aunque casi termina en Peñarol) recala en un Inter especialmente físico, con jugadores como el actual capitán: Javier Zanetti, Luca Pangliuca, el Cholo Simeone o Youri Djorkaeff, entrenado y moldeado las dos temporadas anteriores por Roy Hodgson aunque entrenado ese año por el gran Luigi Simoni y con la presencia del balón de oro Ronaldo. No encuentra su sitio y es cedido al Venecia, volviendo al club milanés al año siguiente donde ya permanecerá el resto de su carrera productiva.

Pese a los años y los goles, es un jugador que nunca llegó a rendir al nivel que su talento exigía. Recuerdo haber visto el día que debutó con el Inter, con veintiún años, salió desde el banquillo, con su equipo perdiendo cero goles a uno contra el Brecia y con un mal inicio de temporada que pesaba en las piernas de los jugadores. Al poco de salir marcó un golazo desde treinta metros para empatar el partido, gol que me recordó el que marcó Pirlo este fin de semana con el Milan en el partido de Serie A contra el Parma, por cierto, Pirlo ex jugador del Inter y que estaba en ese partido jugando con el Brescia. Pero es que unos minutos después, terminando el partido, y desde una distancia parecida, aunque más hacia el lado derecho del ataque, marcó una falta directa digna del mejor Sinisa Mihalovic.
Dejo aquí el vídeo por que es impresionante:

Después de esto, todo parecía poco, y es que realmente era poco. Falta de intensidad en los partidos y en los entrenamientos, falta de gusto por el propio entrenamiento, el cuidarse poco, enfrentamientos con los entrenadores, y sobre todo, su mayor problema en mi opinión, la falta de un lugar definido dentro del campo, por su calidad podía jugar casi en cualquier posición del centro del campo y del ataque, pero su falta de especialización en cualquiera de ellas le supuso el no tener un sitio fijo en este equipo. Con la selección nacional siempre fue muy criticado y nunca llegó a tener una gran actuación con la celeste. Despues del Inter un paso de dos años por el Panionios griego y vuelta a casa, un retiro dorado en Uruguay.

Cuando las cosas salen mal, el primer damnificado es el que vive de su talento más que de su trabajo