Silencio, se juega el Scudetto

A falta de juego, esta edición de la liga italiana se caracteriza por la emoción, por la pegada del Milan, el empuje del Nápoles y el corazón de Inter.
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El Milan tiene, en los próximos tres partidos, la llave para asestar un golpe casi definitivo al Scudetto, en casa contra Sampdoria y Bologna, y fuera contra Brescia, puede encadenar tres resultados positivos en unas fechas de difíciles compromisos para el Napoli, que recibe a Udinese y Genoa, teniendo que viajar a Sicilia para un derbi por todo lo alto contra el Palermo. Si Sampdoria, y sobre todo Bologna, plantean un partido duro y agresivo en defensa, pueden hacer al Milán dejarse algún punto en San Siro. 
El Napoli tiene el calendario más difícil, además de las tres próximas jornadas, y tras enfrentarse con el Lecce, terminará la liga recibiendo en San Paolo al Inter en un partido que puede ser decisivo, y visitando el Olímpico de Turín frente a una errática Juve que gana y pierde con la misma facilidad; pero lo de los chicos de Walter Mazzarri es un sueño, son la sorpresa y se les ve una alegría en el juego que no tienen sus rivales.
En esas últimas tres jornadas, el Milán también tendrá, sobre todo en casa, partidos complicados; antes de visitar Cerdeña para enfrentarse al Cagliari, en una jornada clave donde se enfrentan Napoli e Inter, recibirá en su campo a la Roma y, en la última jornada, al Udine, dos partidos en los que puede pasar de todo, con una Roma que vive de la inspiración de Totti y con un Udine espectacular que, a buen seguro, estará luchando por ser el último cuarto clasificado del Calcio que va a Champions.
Entre tanto, ahora el tapado puede ser el Inter, además del enfrentamiento contra el Napoli, en la penúltima jornada, debe visitar a Parma y Cesena en dos partidos que debe resolver bien si quiere optar al título, para después recibir a dos equipos con calidad, en rachas más o menos buenas y que, aunque han fallado contra los equipos de arriba, pueden complicarle la vida a Leonardo, Lazio y Fiorentina. Terminará la liga en Sicilia, contra el Catania, un partido que, si llega vivo el Inter, parece más asequible que los de Milan y Napoli en esa última fecha del calendario.
Nápoli es el que tiene los rivales más duros, pero también tiene intensidad, fuerza, calidad, ganas y un hombre gol, Edison Cavani, con dos escuderos de lujo, Hamsik y Lavezzi, es el advenedizo del campeonato y a ilusión no le hacen sombra.
Los pupilos de Allegri dan la sensación de que un equipo que les deje llevar el mando del partido y defienda con las líneas juntas y tirando bien el fuera de juego, les puede ganar; no gana os partidos con mucha superioridad, se basa en un centro del campo muy fuerte, con un pasador, que está siendo Seedorf, y, aunque Ibra juega de espaldas, buscando el pase en profundidad a Pato. 
El Inter recuerda al Real Madrid de Capello, el de la segunda etapa; su juego de creación es inofensivo para los rivales y está sacando los partidos adelante a base de garra, lucha y fuerza; busca la suerte y, de momento, la está encontrando.