“¿He puesto un capítulo de Romanzo Criminale?” Es lo primero que pensé al empezar el 2x01 de Utopia. No tengo ni idea de si es un guiño intencionado a la serie italiana (la cual recomiendo de manera encarecida) pero si no lo era, a mí me da igual, me encantó igual.
El caso es que con unas imágenes sobre el asesinato de Aldo Moro, nos situamos en la Italia de los años 70, donde comienzan a contarnos (casi por el final, claro, muy del estilo de la serie) la historia de cómo Philip Carvel creó Janus, acompañado de una joven Milner, y de cómo sus hijos ven marcadas sus vidas de manera irreparable. ¡Y el origen del manuscrito! Pero eso más adelante.
Ya de primeras sabemos que estamos
viendo un producto de calidad, la niña se parece tanto a Fiona
O'Shaughnessy que no hacía falta que la llamara Jessica, todos sabíamos
quién era. Y acto seguido, un asesinato a sangre fría, para meter miedo. Mr. Rabbit se ha estado ganando su fama desde los 70, se la tiene bien ganada. Todo en orden.
Nos situamos en 1979, Carvel ya ha terminado Janus pero no se la quiere entregar a Milner,
los problemas morales, ya sabéis. Así que matan al pobre periodista
italiano para asustarle y se quedan con Jessica, para presionar.
Volvemos a Londres, vamos a conocer cómo
la historia llega hasta Italia, y cómo se producen los acontecimientos
hasta llegar a todo el origen de la primera temporada. Es muy interesante descubrir cómo se conocen Milner y Carvel, y ver cómo ponen en común sus ideas sobre la superpoblación y los recursos, que desembocarán en The Network.
Vemos como Carver comienza a trabajar en los laboratorios de la
conspiración, como comienza su trabajo con Janus. Me encanta ver la
evolución del científico que comienza guiándose por la lógica,
articulando un discurso totalmente aceptable en la cena de gala; y
termina proponiendo ideas nazis, ya en el laboratorio. Y aún dice
Milner: “Nosotros no somos así”, pues lo serás, lo serás. No mucho más
tarde. Cuando el proyecto avanza, Milner va evolucionando hasta
organizar un asesinato colectivo de todos los científicos que han
participado en el proyecto, porque saben demasiado y vamos a salvar a la raza y son un sacrificio necesario… Ahí comienzan las dudas de Carvel.
Pese a todo, los dos protagonistas de esta historia estrechan lazos de una manera sobresaliente. Tanto que Milner termina asesinando a su marido, mientras que la madre de Pietre muere al dar a luz a Jessica.
En este punto, la historia vuelve al
punto inicial, Roma, con Carver entre la espada y la pared. Tienen a su
hija y la van a torturar a menos que les entregue Janus. Y qué hace,
pues intenta filtrar de nuevo la identidad de Mr. Rabbit, y lo vuelven a
pillar. Los creadores aprovechan la disyuntiva para mostrarnos un poco
de la teoría de la conspiración. Una ayudita de Milner y su corporación para que Margaret Thatcher se convierta en primera ministra.
Y entre tanto, Carvel anda por un
laboratorio de Pennsylvania, acompañado de su hija, con la versión
definitiva de Janus encima. Allí recibe la visita de Mr. Omida, el
amable y elocuente torturador. Antes de que le empiece a arrancar uñas,
es importante el hecho de que Carvel hable de que ha hecho un ajuste en
Janus, este es el pie con el que dará comienzo la trama de la segunda
temporada propiamente dicha. Al final, cuando parecía que no había salida, alguien, no sabemos quién (un misterioso hombre llamado Christos, que la criará y la esconderá de Milner) ayuda a escapar a Carvel provocando una fuga nuclear y el consiguiente caos.
Y entonces sí, momentos apoteósicos, Philiph
Carvel decide inyectarle Janus a su hija Jessica. Abandona al pobre
Pietre que se queda ahí con los brazos extendidos esperando un padre al
que abrazarse. Y para terminar, Carvel en un manicomio, bajo un
nombre falso, pintando compulsivamente el manuscrito que tanto juego
nos dio. Tres momentos que explican toda la primera temporada.
Grandioso.
Gran capítulo, como todos, aunque
esta vez grande por otros motivos. No está en este episodio la locura de
lo inesperado, pero también nos encanta que nos expliquen cosas. Es
especial, me ha encantado.
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